La eficiencia energética alcanza todos los ámbitos relacionados con la energía, y por supuesto, el sector de la refrigeración es uno de los sectores que está volcado en conseguir la mayor eficiencia energética en las instalaciones con el mayor respecto al medio ambiente y la mayor seguridad para evitar fugas y posibles accidentes. Los gases refrigerantes son en gran medida responsables del calentamiento global y por este motivo desde el sector se trabaja de forma permanente en reducir el consumo energético con la mayor eficiencia e intentando reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La tendencia actual es la de favorecer la implantación de fluidos refrigerantes con menor impacto en la capa de ozono, es decir refrigerantes de Bajo Potencial de Calentamiento Global, PCA ó GWP con las siglas en inglés. El ODP (Potencial de Reducción de la Capa de Ozono) es otro factor a tener en cuenta en un refrigerante pues determina la capacidad de destrucción de la capa de ozono. Es palpable una vuelta a los refrigerantes naturales, tal y como hemos podido ver en los principales eventos del sector, como ATMOsphere Europe celebrado en abril en Barcelona, en donde los principales fabricantes del sector de la refrigeración avanzaron los beneficios de optar por los refrigerantes naturales como el dióxido de carbono, amoniaco,etc,.. CO2, los refrigerantes históricamente más usados en este sector por la eficiencia energética que aportan en las instalaciones donde se utilizan.
Las exigencias legislativas están ocasionando que el sector se encuentre activo, ofreciendo soluciones y nuevas vías de actuación en este sector que contribuyan a mejorar la eficiencia energética, e incluso exigiendo la “revisión de normas obsoletas, excesivamente restrictivas que impiden la asimilación de tecnologías y equipos con refrigerantes de bajo PCA”, tal y como alerta AEFYT, principal asociación que aglutina a los fabricantes de refrigeración y de las tecnologías del Frio, a través de su blog. En Europa, el Reglamento sobre F-Gas ha situado en el escenario gases y mezclas ligeramente inflamables que destacan por su bajo PCA, como es el caso de algunos hidrocarburos. La sostenibilidad es un aspecto vital en el sector de la refrigeración y por ello, la eliminación gradual de los HFC (Hidrofluorocloruros) antes de 2022 y el uso de refrigerantes naturales, supone una reactivación por parte del sector para adecuarse a las exigencias medioambientales.
Los últimos informes del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y del Grupo de Evaluación Económica (PETE) indican que al menos 80 refrigerantes alternativos están actualmente en uso o en estudio, así nos informa AEFYT, la asociación de referencia en el sector, a través de su blog. Estos 80 refrigerantes se están probando y su número se verá drásticamente reducido cuando terminen las pruebas técnicas y se inicien las fases de desarrollo.
Actualmente los principales fabricantes de aire acondicionado, climatización y refrigeración están probando el comportamiento en los equipos. Garantizar la seguridad es un aspecto fundamental en este sector, por eso es imprescindible esta fase de estudio e investigación para probar la inflamabilidad y comportamiento de los refrigerantes. La EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) ha publicado en el marco del programa SNAP (Programa de Nuevas Políticas Alternativas) su propio listado de gases refrigerantes aceptables y sujetos a restricciones.
Por otro lado, otra de las problemáticas a las que se enfrenta este sector es la de reducir el consumo energético con la mayor eficiencia energética en las instalaciones. Los fabricantes del sector del frío industrial y la refrigeración están inmersos en conseguir la mayor eficiencia en las instalaciones ya que son responsables de un gran consumo energético y mejorando la eficiencia de estos sistemas se consiguen grandes ahorros de energía.